“Los buenos deseos no bastan para realizar un mundo mejor, es necesario actuar”
Es el creador de la marca “Panasonic” y se le considera como el más grande empresario del siglo XX; empezó a trabajar a los nueve años, viajando a Osaka, debido a que su padre quebró en un negocio. En la primera casa en que trabajó de aprendiz, fabricaba braseros, ahí se levantaba de madrugada a limpiar la casa y trabajaba hasta las diez de la noche, al cabo de tres meses el dueño cerró el negocio y Konosuke se trasladó a una tienda de bicicletas, siendo siempre un aprendiz, con poco sueldo o casi nada. Un día tuvo una inspiración al ver el tranvía pasar por primera vez y consiguió un puesto en la Compañía de la Luz de Osaka, donde trabajó hasta la edad de 24 años. Al reconocer su capacidad de trabajo y seriedad, un jefe lo promovió a un puesto de oficina, lo que Konosuke aceptó al instante, pero al cabo de cierto tiempo apareció un problema, no podía escribir bien dado que no terminó siquiera la escuela elemental. Lo que lo hizo volver a su anterior puesto.
Konosuke Matsushita |
Es el creador de la marca “Panasonic” y se le considera como el más grande empresario del siglo XX; empezó a trabajar a los nueve años, viajando a Osaka, debido a que su padre quebró en un negocio. En la primera casa en que trabajó de aprendiz, fabricaba braseros, ahí se levantaba de madrugada a limpiar la casa y trabajaba hasta las diez de la noche, al cabo de tres meses el dueño cerró el negocio y Konosuke se trasladó a una tienda de bicicletas, siendo siempre un aprendiz, con poco sueldo o casi nada. Un día tuvo una inspiración al ver el tranvía pasar por primera vez y consiguió un puesto en la Compañía de la Luz de Osaka, donde trabajó hasta la edad de 24 años. Al reconocer su capacidad de trabajo y seriedad, un jefe lo promovió a un puesto de oficina, lo que Konosuke aceptó al instante, pero al cabo de cierto tiempo apareció un problema, no podía escribir bien dado que no terminó siquiera la escuela elemental. Lo que lo hizo volver a su anterior puesto.
Pero a pesar de los obstáculos Konosuke Matsushita se convirtió en el fundador de Matsushita Electric (National y Panasonic) líder mundial de la industria electrónica. Fue también presidente de PHP Institute y escribió numerosos libros y ensayos. Fue condecorado con el Gran Cordón de la Orden del Sol Naciente, Flor de Paulonia, que es la máxima condecoración existente en Japón. Quizá si no hubiera quebrado el negocio de su padre, hubiera seguido estudiando como su hermano mayor y no hubiera tenido un éxito de esta magnitud. Si hubiera podido escribir bien, la marca Panasonics no habría nacido.
María Silva.- ¿Cuál es el secreto o la fuente de tu éxito, cómo puede triunfarse de esa manera?
Konosuke Matsushita.- Volviendo a ver mi carrera, tengo la sensación de que, aunque por aquel entonces no me di cuenta, toda mi trayectoria estaba ya trazada. La mayoría de las cosas no me han salido bien. Sin embargo, si se considera que he tenido éxito, eso se debería a los numerosos fracasos que he tenido.
María Silva.- El triunfo fue realmente difícil ¿cómo lograste mantenerte firme?
Konosuke Matsushita.- Empecé a trabajar a los 9 años y durante casi 60 años, he encontrado tantas dificultades, que he consolidado inconscientemente una filosofía propia, lo que considero ahora que es mi fortuna. No tengo miedo a nada. Cuando estaba en medio de grandísimas dificultades, sólo pensaba en que pasara lo mejor posible la jornada sin pensar nada más.
María Silva.- ¿Durante las épocas difíciles, siempre mantuviste la esperanza de tiempos mejores?
Konosuke Matsushita.- Pon tu alma en donde tiene que estar, y si tú caminas con esperanza, el camino se te abrirá solo.
María Silva.- ¿Qué responsabilidades conlleva el convertirse en líder de la industria electrónica?
Konosuke Matsushita.- La misión de un fabricante debe ser vencer la pobreza, aliviar la miseria de la sociedad en general, brindarle bienestar.
María Silva.- ¿Cómo puede un aparato brindar bienestar?
Konosuke Matsushita.- Eso es lo que el empresario y el productor deben buscar: hacer que sus productos sean inagotables y tan baratos como el agua de las canillas. Una vez que se realice esto, la pobreza habrá desaparecido de la faz de la tierra.
María Silva.- ¿Puede un producto llegar a ser tan barato, de manera que todos puedan tener uno?
Konosuke Matsushita.- La misión del productor es vencer la pobreza, para aliviar a la sociedad de un conjunto de la desgracia de la pobreza y traerle el bienestar. Los negocios y la producción no han de servir para enriquecer únicamente las tiendas y las fabricas de la empresa en cuestión, sino también al resto de la sociedad.
María Silva.- Definitivamente son pocos los empresarios que piensan en otra cosa que no sea el bienestar propio, de esa forma es difícil aliviar a la sociedad, ¿no crees?
Konosuke Matsushita.- No les vendas a tus clientes mercadería a la cual ellos se sienten atraídos, véndeles aquellas que les va a beneficiar. Lo más importante es tener la mente abierta.
Fuente: casaasia.es, El Poder del Carisma 1993.
No hay comentarios:
Publicar un comentario